El compliance es uno de los sectores que más está creciendo en la actualidad en las grandes y medianas empresas, ya que en un mundo en el que los medios sociales replican con mucha facilidad cualquier tipo de error/ruido organizativo u operativo, el sector necesita evitar que ocurrencias como estas generen daños a la empresa. 

 Cada vez es más evidente la importancia de una gestión de la calidad que vigile el cumplimiento de las normas internas y externas y, sobre todo, se anticipe a los riesgos.

Después de aparcar el coche, por ejemplo, lo cerramos con llave para evitar robos, activamos la alarma del móvil antes de irnos a dormir para no llegar tarde al trabajo, es decir, nos prevenimos todo el tiempo. El cumplimiento hace lo mismo.

Además de la evaluación de los riesgos, el cumplimiento de las normas hace que la misión, la visión y los valores de la empresa se regulen, se discuta la política, se establezca un código de conducta, se realicen controles internos y se comprendan las políticas externas para adaptar la empresa a las demandas de los clientes. 

Mariana de Nigris, cumplimiento del bufete de abogados Caminha Barbosa e Siphone cita que uno de los grandes retos del departamento es garantizar la seguridad de los datos de los clientes que se han puesto a disposición y archivados en línea, si alguna información de alguna manera "se filtra" es la empresa que será responsable de la ocurrencia. Google, por ejemplo, pagó una multa de 5 millones de euros en Francia por incumplir la ley de protección de datos, GDPR, el reglamento de la ley europea sobre privacidad y protección de datos personales.

Por lo tanto, es de suma importancia que la empresa camine de forma eficiente y, sobre todo, que establezca objetivos para que los empleados también los sigan.